Difunden las bellezas paisajísticas de distintos lugares de la provincia

En estos días, han proliferado los afiches y otras expresiones publicitarias relacionadas con las bellezas paisajísticas de distintos lugares de la provincia no solamente aquellos que atraen por su singular belleza natural sino ,además, los que están íntimamente ligados a la historia formoseña.
Todo tiene como concepto central esa suerte de slogans que revela que “Formosa quiere decir hermosa” o “Formosa es hermosa” y,además, en una realidad que concibe a esta parte del país como unida,integrada, alegre, multiétnica y pluricultural.
Se admite que no solamente es una expresión que conmueve a quien aquí nació o al que la aprendió a querer aunque haya llegado de otros lares pero eligiéndola como destino de vida, sino un llamado de atención a propios y extraños de que algo ha cambiado y que vale la pena enterarse de lo que se trata y de que manera se la puede conocer, disfrutar y aportar para que la transformación beneficie a las nuevas generaciones.
Las fotografías que acompañan a esa breve apelación son bellísimas y están íntimamente ligadas al turismo , sobre todo porque han ocurrido cosas en materia de obras de infraestructura y de servicios por parte del estado y del sector privado que revelan que es el momento de lanzar las invitaciones para que vengan visitantes, además de los que por obvias razones estarán de paso en estos meses que vienen.
Hasta no hace mucho tiempo se admitía en algunos círculos acerca de lo insensato de promover el turismo en una Formosa carente de atractivos como el de otras provincias pero también de la infraestructura hotelera y gastronómica suficiente como para responder a las expectativas del visitante.
Se recuerda que cuando en 2000 el gobernador Insfrán realizó una visita a Sevilla, acordó con el ministro de Medio Ambiente de España, Juan Muriel y con Javier Castroviejo, por entonces presidente de la Red Ibero MaB la incorporación de Formosa al programa “El hombre y la biosfera” , una propuesta novedosa surgida en el seno de la UNESCO que sumaba al ser humano de carne y hueso como componente y beneficiario de la naturaleza, comprometido con el cuidado del medio ambiente al que aprovecharía sensatamente, sin excesos, con sentido de aprovecharla con criterio sustentable.
Tras el acto protocolar, fue invitado a visitar la Reserva Natural Doñana de 50.000 hectáreas que estaba repleta de turistas de todo el mundo entusiasmados con el vuelo de algunas especies de pájaros o la carrera de cervatillos y hasta de algún vacuno perdido en un pantano.
El avistaje de aves, los safaris fotográficos, las caminatas y las cabalgatas formaban parte de ese tesoro buscado por ciudadanos del mundo donde el progreso les ha privado de conocer lo que ha sido un regalo de la Creación. Desde entonces se encaró aquí la tarea de recrear ese tipo de modelos de conservación que merecieron el reconocimiento de la UNESCO para Laguna Oca- ahora ampliada hasta Misión Laishi con una superficie de poco mas de 65.000 hectáreas y la denominada Teuquito, de casi 1.000.000 hectáreas.
También se ha puesto el acento en imágenes de la ciudad- como las d ela Costanera o la plaza San Martin- sino también las que están íntimamente ligadas a la historia, como es el caso de la antigua estación ferroviaria de esta capital en las proximidades del puerto viejo o de la replica del mangrullo del Fortín Capitán Solari, en jurisdicción de Villafañe, en el sur del territorio.